Cuando una estrella acaba de consumir su hidrógeno en el núcleo, de modo que tiene un núcleo de helio rodeado de una corteza de hidrógeno, se contrae y se calienta. Si es suficientemente grande, se calienta lo bastante como para “encender” la fusión del helio, lo cual alarga su vida durante cierto tiempo. Después se contrae de nuevo y se calienta… y si es suficientemente grande, se calentará tanto que se activará la fusión del carbono. Una vez más, la estrella aplaza su final “quemando” un elemento más pesado.
El problema es que esto no puede durar.
El hierro es el final del camino.
Y asi como la supernova fui consumiendo mis elementos, a un ritmo vertiginoso, una estrella como yo requirió de una descomunal cantidad de energía para cumplir con su cometido en mi tránsito de vida planetario, así llegamos al final del camino, ya solo me queda hierro y el consiguiente colapso como estrella, y quien lo va a saber mejor que yo, que soy la estrella en cuestión jaja en fin, fui dichoso, no tengo ninguna queja al respecto, fui una estrella que nació con buena estrella, que brilló con energía y aún llegándome a extinguir como tal, seguiré formando parte del universo, la energía no desaparece, se transforma, así como nuestra alma, transita, vibra, ondula, se mece, nace, muere y renace, sin más misterio.