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jueves, 3 de julio de 2014

Flay Batay. Águila Solitaria la precuela








Instituto de Mentirologia:

Vuestros modelos no para de errar y vosotr@s de mentir. Tengo las hemerotecas de vuestras “predicciones” en estos últimos años y bien sabéis que el clima ha petao irreversiblemente debido al calentamiento global y las consecuencias serán dramáticas, también para vuestros hijos.


Jamás tuve interés en alguno en que me creyeseis o no. Sencillamente hago y digo lo que tengo que hacer pero os aviso por última vez lo queráis o no. El centrifugado de Pacha y su banda climática os va a atronar y el mundo cambiará.


 



Cuando tienes el valor de escuchar a tu corazón el arcoíris celestial te tiende un puente hacia la inmensidad lleno de luz y color. Habrá veces que tendrás que transitar tonalidades oscuras y hasta degustar el néctar corrompido por codicias, egoísmos, injusticias y morales y dogmas absurdos y aniquiladores. Son los momentos que podrás forjar tu espíritu guerrero y templar tu espada de luz. Pero otras veces recorrerás la gama de colores más claros y luminosos y entonces podrás degustar las mieles más dulces y los momentos más mágicos e inolvidables. Entonces estarás abriendo una ventana al conocimiento y despertar de una nueva humanidad.





El petrolero Prestige se hunde frente a la costa gallega vertiendo miles de toneladas de petróleo. Miles de voluntarios acuden solidariamente para ayudar en las tareas de la limpieza del fuel. Una "marea humana", como nunca antes vista parte rumbo a Galicia, aunque también son muchos los “buitres” también llamados "homocodicioso$", los que parten hacia allí, buscando sobrevolar la zona a la espera de hincar sus garras, aprovechando momentos tan adversos y de tanto sufrimiento.

Yo vivía en Madrid, vamos, tenía el carné de urbanita de primera. Hacía tiempo que mi corazón había comenzado a hablarme y en los últimos meses todo comenzó a gestarse, sin yo darme cuenta, empezando por mi vida laboral. Había terminado por desilusionarme. De nuevo tuve que denunciar ante Magistratura a la empresa en la que trabajaba; juicio que volví a ganar. Pero ya no me quedaban ganas de seguir en el oficio de las artes gráficas; "vaya panda de mangantes", ja, ja. Mi vida empezaba a girar. Empecé a frecuentar la Biblioteca, descubriendo una fuente inagotable de conocimiento. Devoraba los libros. Leí cientos en unos meses. Una de mis pasiones, la paleontología, me llevó a hacer un estudio exhaustivo de nuestra evolución y escudriñé hasta el mínimo resquicio de duda. Momentos de gran agitación interior. Mi compañera, Isabel, una maravillosa mujer, tuvo que sufrir mi "cambio-transformación". Además, la injusticia social y el absurdo de esta sociedad, a la que llaman "mundo civilizado", exacerbaban aún más mi espíritu guerrero. Y es que siempre fui "un Quijote", o mejor aún, "un Braveheart", ja, ja. Así que no era de extrañar que pronto ocurriera lo que ocurrió.

Durante ese ciclo hice un curso de botánica y trabajos forestales en el INEM, ya que si algo tenía claro era que jamás volvería a manejar una máquina de offset; ya no imprimiría más. Entonces conocí a mi primer Guerrero, Javi. Desde su ciber-café aprendí a moverme por Internet, donde comencé una lucha, un anhelo, o un sueño por un mundo mejor. Durante ese tiempo escribí "Un canto hacia la libertad" (APENDICE 1) y frecuenté muchos foros de librepensadores. Mi relación con Isa llegaba a un momento en el que nuestros barcos tenían que separarse. Y así, después de once maravillosos años compartiendo a su lado, era el momento de desprenderme de a quien más amé. Y eso es como desprenderte de tu alma. Pero así tenía que ser. Mi destino buscaba otra forma de vivir, más sencilla, más libre, más verdadera. Entonces, justo cuando iba a salir a la aventura se produjo la marea negra del Prestige. Y me dije: "allí tengo que ir". Una fuerza misteriosa me atraía hacia Galicia, cuna de grandes guerreros celtas. ¡ULTREYA (Siempre Adelante)!
Y así, a primeros de diciembre de 2002, saqué un billete de autobús y emprendí ruta hacia Vigo. Como no me apunté a ningún grupo organizado, y lo hice por libre, elegí yo el lugar. Imagino que esa fuerza que me atraía y guiaba quiso que fuese allí. De la noche a la mañana me encontraba en Vigo, cargado con mi mochila, a la búsqueda del Centro Logístico del
Voluntariado. Me dicen que se encuentra en Cangas de Morrazo y que tengo que coger un barco para ir allí. Voy al puerto y aprovecho para comer algo y pasar la tarde. Mientras, los recuerdos me llenan de emoción.

Así que cojo el barquito y en un pis-pas ya estoy en Cangas. Y allí mismo descubro, en el aroma de la brisa, el olor del "chapapote" que impregna el ambiente. Al llegar al Centro de Voluntariado veo montones de gente, muchos con el mono blanco, y empiezo a tornar conciencia de "la movida" que hay por allí. Pregunto a alguien dónde puedo apuntarme. Me dice que en la nave central están los que llevan el tema. Una vez allí me ponen al día de los acontecimientos y me agradecen, de corazón, mi solidaridad. Existen varias formas de alojar a los voluntarios: los grupos van al polideportivo y también hay familias del pueblo que acogen voluntarios en sus casas. Las comidas se realizaban en la lonja. Y o tuve suerte y me acogió una familia majísima. Durante todo el mes me trataron genial. Y así, el día de mi llegada, caía rendido en la cama, a la espera de que a la mañana siguiente, a las 7:00 de la mañana, me asignaran mi primera misión.

A las 6:40 ya estoy en la lonja desayunando. Quiero mencionar algo que me impactó. Los coordinadores nos dijeron que aún no tenían "material seguro" (mascarillas, etc.) y podíamos correr cierto riesgo; que si no queríamos ir a limpiar, lo entenderían. Pero no hubo nadie que se echara para atrás. ¡Fue total! Por primera vez en mi vida veía un montón de gente dispuesta,
valientes guerreras y guerreros que dejaban de lado banderas, colores y diferencias, arriesgando su salud por el bien común. Jo, eso me "puso las pilas". Nutrió de energía, mi espíritu, y me encontré en mi salsa (marinera, ja, ja). "He venido al sitio indicado", me dije. En poco tiempo pude comprobar que aparte del chapapote había mucho y diverso "tomate". Variados intereses hacían que camparan a sus anchas los carroñeros de turno, los cuales se amparaban en la permisividad de ciertos gobernantes, que hacían la vista gorda, pero engordaban su cuenta Bancaria. "Más de lo más", me dije.

A partir de entonces tuve dos frentes de batalla, ja, ja. No podía callar ante semejante tejemaneje, así que tuve mucho curro. En poco tiempo hice un montón de amigos y ya era conocido en el pueblo. Pegaba carteles y estaba en todos los "motines", ja, ja, ja.
¡Al abordaje, malandrines! Una de las mañanas que visité al presidente de la Cofradía de
Pescadores, el cual se encontraba en huelga de hambre, me ocurrió un hecho que definitivamente cambiaría mi vida. Después de estar con él y darle ánimo me dedique a sacar fotos para tener un documento gráfico del área contaminada. Así, llegue a una de las muchas playas de la zona. Contemplaba el amanecer y el ir y venir de las pequeñas barcas cargadas de chapapote y viví un momento especial. Sí, creo que allí fue dónde alcancé mi primer momento Sagrado en Comunión con el Mar y la Tierra. A partir de entonces empezaría el aprendizaje del "arte de volar". El aguilucho dejaba el nido y comenzaba a descubrir los secretos del Universo. Bendito momento, paz interior, energía, toma de consciencia. El canto del guerrero celta resonaba en mi Alma y los rayos del sol danzaban a mi alrededor.

Y así, entre lucha y lucha, pasé un mes en Cangas. Ya se acercaban las Navidades y aproveché para volver con un grupo de la universidad que regresaba a Madrid con plazas libres en su autobús. Llevaba la mochila llena de amigos y experiencias, y regresaba con una frase que ha sido mi bandera desde entonces:

¡Unir a los Guerreros. Nunca más. Basta ya!



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